Antecedentes
Durante los años 80 se iniciaron las primeras experiencias de Finanzas Éticas en Italia con la constitución de las cooperativas MAG (cooperativas mutuas autogestionadas.) La primera MAG nació en Verona en 1978 y a lo largo de los 80 surgieron MAG2 in Milan, MAG4 in Turín, Autogest en Udine, Mag 6 en regio Emilio, CTM-MAG en Bolzano, MAG7 en Genova y MAG8 en Venecia. Estas cooperativas surgieron desde un tejido social sólido para dar préstamos a iniciativas sociales pero con escasos recursos económicos. De esta manera, el concepto del dinero se transformó desde una herramienta de explotación y exclusión a ser percibido como un puente de solidaridad entre ahorradores responsables y emprendedores sociales, excluidos del sistema financiero. Dado que las MAG tenían contacto directo con las personas emprendedoras, la confianza sustituía el aval a la hora de solicitar los préstamos. Como consecuencia de todo eso, los proyectos enfocados a la promoción de la solidaridad Norte-Sur, cultura y ecología florecieron durante la época siguiente.
La población italiana cogió con entusiasmo las Finanzas Éticas y el número de personas interesadas en invertir con interés social creció sustancialmente creando una necesidad para una estructura formal capaz de dar respuesta a esta nueva demanda.
En diciembre 1994, 22 ONG entre ellas las MAGs, organizaciones de Comercio Justo y cooperación y desarrollo, formaron una asociación llamada “L’Associazione Verso la Banca Etica”. Esta asociación el año siguiente se convirtió en una Cooperativa de Crédito y abrió su primera oficina en Padova en 1999.
Características
La Banca Popolare Etica (BPE) nació “desde el tercer sector para el tercer sector,” siendo una iniciativa impulsada desde los movimientos de base interesados en promover la justicia social. Claramente estas organizaciones saben cuáles son sus necesidades financieras y qué esperan de la banca ética. Además con la forma jurídica de cooperativa, los socios (con representación social, religiosa y pública) participan directamente en las decisiones clave del banco.
Los Principios Fundamentales de la Banca Popolare Etica (BPE)
- Participación democrática de los socios
- Transparencia
- Apoyo a cuatro sectores:
- Cooperación Internacional
- Inclusión Social
- Medioambiental
- Cultura
Proyecto Fiare en España en cifras
Total Depósitos |
14.875.243,43 € |
Total Financiaciones |
8.589.100,00 € |
Total Capital Social |
323.077,00 € |
Banca Popolare Ética, ONG y Etimos: la Cooperación para el Desarrollo
Banca Popolare Etica, la Asociación de ONG italiana y Etimos (microfinanzas en el Sur) firmaron un acuerdo en mayo 2004 para identificar, desarrollar y llevar a cabo proyectos de desarrollo en el Sur. Gracias a este acuerdo, las tres organizaciones trabajan conjuntamente para analizar y crear herramientas financieras con el fin de apoyar las ONG italianas y del Sur. Trabajan con microcréditos y apoyan productores de Comercio Justo.
Banca Popolare Etica y Coop Italia: apoyar los productores de Comercio Justo en el Sur
En el mismo año se estableció un acuerdo entre la Banca Popolare Etica y Coop Italia. Coop Italia representa más que 50% de los productos de Comercio Justo de Italia, facturando 7.8 millones de euros con 20 entidades. La Banca Popolare Etica financia los materiales primas de los productos de Comercio Justo así para aliviar la inestabilidad de la tesorería de Coop Italia y además, dotar a los productores del Sur con los recursos económicos con agilidad.
El Ahorro
El cliente participa en la selección de la inversión, eligiendo el sector más atractivo para el cliente (Cooperación Internacional, Inclusión Social, Medioambiente, Cultura)
Servicios del Ahorro
- Cuenta corriente para personas físicas y personas jurídicas con todos los servicios accesorios: tarjeta de débito, tarjeta de crédito, domiciliaciones, transferencias, cheques bancarios, internet banking, etc.
- Depósitos
- Libreta de Ahorro
- Fondos de Inversión Éticos
- Servicios al Extranjero: cuentas corrientes, remesas.
Financiación
Similar a otros bancos, una vez demostrada la solvencia económica, el proyecto pasará por una evaluación eco-social llamada VARI (valores, requerimientos, indicadores) para medir el compromiso de la empresa así asegurando que ésta cumple con las expectativas de los clientes. La evaluación mide los siguientes puntos:
- Participación democrática: procedimientos para incluir una participación de todos los miembros en la toma de decisiones
- Transparencia: acceso de información tanto económica como social sobre la organización a todos los grupos de interés
- Igualdad de oportunidades
- Respecto al medio ambiente
- Capacidad de respuesta
- Respecto a las condiciones de trabajo
- Voluntariado: actividades
- Solidaridad: concepto de inclusión, no exclusión
- Vinculo con el territorio: tejer redes locales